Son las cuatro y media de la madrugada, sigo aquí olvidada, reconociendo como esas
lagrimas peregrinas se aposentan en mi sien, lagrimas desnudas que no caen …Que no se deslizan como
si de una lluvia de verano se tratara, lagrimas que se van consumiendo a fuego
lento y sin consuelo , aquí en mis ojos…Desde esta tristeza
soy capaz de reconocer un poquito de
felicidad, una algarabía basada en el ser y no ser, en el tener y no tener, en el querer y no
querer, en el poder y no poder…Dicotomías inconexas, que visten de confusión mi propia vida, se trata de una serie de bifurcaciones que me acompañan hasta que llega este dulce amanecer,
acariciado por la belleza de este solsticio.
Es entonces cuando me siento atrapada entre estas palabras, vocablos que me
arropan como si de unas sábanas se trataran, unas sedas con
sabor a mar, con sabor a sal….Siento como la paz me susurra al oído y como al mismo tiempo la
soledad se columpia en mi corazón, en busca de un poco de compañía, es entonces como el recuerdo
acude a mí. Como si de una fotografía antigua se tratara, siento como tus manos se deslizan lentamente por mi espalda
acariciando esta piel tan fría…Percibo como sacias tu sed otorgándome el placer, atrapando mi alma, siento como tienes la capacidad de
respirar mis suspiros y de beberte a sorbos cada uno de mis besos…Aprecio como
en cada anochecer, en los sueños me regalas la esencia de la luna y como le das el permiso necesario a las
estrellas, para que envuelvan mi alma en una tela de araña…Arropándome entre los abrazos de estos
sueños, tus
sueños y mis
sueños más secretos…Sueños pintados con mis manos y con cada uno de tus
abrazos , donde la pasión por la vida tiene un lugar, un espacio…
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