Mira
al cielo y observa como las palabras desaparecen entre las nubes, palabras que
caen sobre las rosas amarillas, de los parques donde juegan los niños y donde
ladran los perros…La inocencia es la protagonista de los instantes y es
entonces cuando ella, siente como el miedo se apodera de su alma, percibe de
cerca como los sentimientos vagan por su
corazón…Mira a su alrededor y no es
capaz de ver absolutamente nada, tan solo es consciente de esas sombras que
acompañan a sus propios pasos, siente
como las heridas de su corazón se hacen poco a poco más profundas y como sus
palabras vagas, se aposentan en su cabeza, cada vez con más ímpetu..
Es consciente que carece de las fuerzas
necesarias para seguir andando por este camino a veces conocido y otras tantas
desconocido, es consciente de como la soledad es una realidad y el dolor forma
parte de su propio sufrimiento…Siente como las lágrimas caen por su rostro,
desde sus largas pestañas, unas pestañas que sueña en utilizarlas como sus
propios pinceles para poder pintar su vida de otro color… Para crear caminos
nuevos y estrellas con más luz con la única intención de iluminar un poquito
más su propia alma…Colores para armonizarse a sí misma, para pintar de un rojo pasión
su propio corazón…
Caminos y corazones que se entrelazan para dar sentido a su
propia vida, palabras o tal vez voces que la invitan a seguir siendo una
guerrera de su propio destino, la dama
de su propia vida…
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