El
silencio la acompaña, y es cuando inconscientemente siente como esos
pensamientos locos, perturbados e ingenuos la atrapan, la seducen y la conectan con su propia alma. Es entonces cuando ella,
decide huir, pero esos pensamientos inconexos le hablan despacio…La hacen
confundir esas sensaciones que sin querer le regala la vida con esos suspiros
en forma de espectros que la hacen perder el equilibrio…La hacen ponerse de pie
y mirarse al espejo, en el que sin querer observa su rostro desdibujado por el paso de los años, ve como la línea de
sus labios carnosos intentan tocar otra línea imaginaria, se trata de los labios de ese amante…Un amante que al
abrir sus manos y tocar las suyas ,la hacía vibrar con la luz de las estrellas,
le permitía respirar su propio oxígeno y le daba permiso para que asfixiara su
propio llanto con esos abrazos tan
humanos…Abrazos de un amante que ya no está aquí; acompañándola…
A su lado, ella deshojaba las
nostalgias, marchitaba cada uno de sus recuerdos que en un pasado no muy lejano
fueron su propia luz. Pero que en el ahora, se han convertido en la nada, ella aquí
sentada recordando ese camino trazado bajo las sonrisas de los sueños y bajo las luciérnagas de esas esperanzas que
tan solo son capaces de aparecer y desaparecer en la armonía
de la más dulce de las noches. Noches en las que ese amante aún no dormido,
toca con sus manos la guitarra del ahora y le susurra al oído esas canciones de
cuna que la adormecen y le acunan el alma…Un alma desquiciada por el olvido…El
silencio que la corteja tiene la virtud de darle la respuesta a
esas sombras de aquel amante tan inocente y pasajero, que subió a su
tren sin querer, una noche de verano…Y que sin darle explicación alguna, decidió
bajarse, como si de un ángel se tratara…
Fue
entonces cuando descubrió que era una mujer de nostalgias, de recuerdos… Una
mujer de noches armónicas y de locuras agónicas…Una mujer de nadie, tan solo de
sus propias letras, letras que en forma de prosa la acarician y la desnudan
lentamente…Le envuelven el alma de
pasiones o tal vez, de soledades inclementes y de lágrimas perpetuas…A veces,
piensa que sus propios pensamientos son capaces de ser su dueño, ser su sueño y tal vez son sus propias fantasías reales o
irreales….
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