martes, 18 de marzo de 2014

tan solo nos quedan los recuerdos….

Ella acumulaba esos recuerdos del pasado, sus recuerdos que los amontonaba en cajas vacías, nostalgias a las que no les sabía poner nombre ni fecha. Añoranzas que no sabía dónde colocarlas,  instantes tan dulces y tan amargos a la vez que con el paso nítido del tiempo iban adquiriendo un poco de tristeza. Ella lavaba y planchaba cada uno de esos recuerdos millones de veces, con la intención de almidonarlos en los cajones del olvido, y con el deseo de conservarlos el máximo tiempo posible. 
                      Aunque el dolor que le provocaban esas acciones era tan  intenso, era un dolor capaz de atravesar el alma  y de adueñarse de esas lagrimas que a veces desprendían  sus ojos sin saber muy bien, el porqué. Nostalgias que las archivaba  como auténticas reliquias de un pasado que  le pertenecía, porque formaban parte de ella misma, aunque le impedían avanzar, evolucionar y crecer…
Recuerdos que cada vez que los amontonaba hacían que ella muriera un poco. Se iba consumiendo un poquito cada vez que removía esa caja vacía, porque sacudía sin querer o tal vez queriendo, su propio vacío…Dicen que es imposible olvidar, porque es el tiempo el que no entiende de emociones ni de sentimientos, por eso de todo lo vivido; tan solo nos quedan 
los recuerdos….

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