Ella esperaba detrás
de los suspiros de la luna esas
palabras dulces que sin querer o queriendo el amor le regalaba cada noche, cada
vez que se enfundaba en ese pijama de
rayas y dejaba caer su cuerpo entre esas sábanas blancas, buscaba entre la
oscuridad de la noche y entre los
susurros de los días esas palabras tan dóciles que la mantenían viva…Palabras
que desprendían entre los suspiros de sus letras ese amor que tanto necesitaba y que era
incapaz de pedir a gritos…Un amor nunca recibido, un amor que se había
extraviado con el paso de los años o tal
vez ese amor, se había acomodado entre
las manecillas de ese reloj de pared que le recordaba que los minutos, transitaban
por la vida, sin pedir permiso alguno.
Ella que cerraba los ojos y pretendía así encontrarle,
camuflado entre sus pensamientos y recubierto
de esos sueños, unos sueños que le daban la vida, sueños que le recordaban que
eso de vivir tenía sentido alguno….Ella empapada de lágrimas sin consuelo, le
recordaba como si estuviera ahí, cogiéndole lentamente la mano y haciéndola volar con esas caricias que sin
querer le regalaba, cada vez que la luz de la luna iluminaba su rostro o cada
vez que intentaba pintar en su piel, esas palabras dulces…Pero ahora era
consciente que le tocaba vivir con ese recuerdo tan suyo, con esas caricias que
en un pasado no muy lejano, le habían
dado razones para seguir viviendo…Ahora tan solo le quedaban esos recuerdos, memorias
envueltas de suspiros de felicidad, recuerdos que la invitaban a
extrañarle de día y de noche….
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