Siento como sin querer arde entre mis manos y entre mis dedos
esta tinta negra, con la que escribo
esas verdades y esas locuras sin nombre que no quieren ser escritas, palabras
vestidas de belleza que prefieren pasar desapercibidas. Prefieren no ser leídas…
Palabras que dan vida a otro poema, versos que al enlazarse, pretenden explicar
una historia más .Historias, presas por ese tintero oxidado, llamado olvido. Siento
como otro pétalo de estas rosas marchitas cae al vacío, un vacío bautizado por
estas lágrimas de un pasado muy presente, lágrimas que abrazaban un adiós.
Historias que dan rienda suelta a estos recuerdos y que hacen que me pierda por
las esquinas de esta realidad; mi realidad.Besos que me guardo en los bolsillos del ahora, para que cuando
la lluvia caiga, desde tus ojos olvidados acurrucada en tu almohada pueda
recordar esos abrazos que nos dimos en
un mundo olvidado ya, llamas apagadas por el paso de los años, pero que viven
en nuestros corazones. Corazones que no entienden de olvidos ni de pasados sin
dueño, tan solo entienden de sentimientos, emociones en forma de melodías que
pretenden descubrir otro mundo distinto, un mundo donde hay cabida para esas fantasías…Un
puñado de vacíos se acumulan entre mis letras, letras que sin querer caducaron
con el tiempo, caducaron por ese arrebato de pasión. Tanto tuyo como mío, pasiones
desmesuradas que se enredaron entre estas sabanas, que hasta hacía poco la vida
nos regaló la oportunidad de compartirlas.
Como aquellos minutos, segundos y horas que pasábamos olvidándonos de
nosotros mismos y nos dedicábamos a construir un mundo paralelo, separado por
la inmensidad de este mar, el mar donde hemos ahogado nuestras emociones. Esto
no es más, que otra historia para recordar, como recuperamos esta magia que todo
lo cura, menos las heridas del amor…Este es otro capítulo que se acaba y que se
desescribe tras años de escrituras bajo
las miradas de las emociones dormidas, son tan solo, sentimientos paralelos de
dos corazones…