Cae la lluvia
ahí fuera, gotas de agua que rozan el asfalto y que bailan entre los pétalos de
las flores de esos jardines. Los paisajes más bellos se inundan de lluvia se empapan de paz…Estas gotas tan mágicas
son las auténticas culpables de que, en mi ventana suene una dulce melodía, y
es entonces cuando te observo ahí sentado, veo como tus ojos me miran de una
forma especial…Me miran, desde lo más profundo de ti mismo, desde el alma…Tomo
consciencia como la luz del sol desapareció por completo, siento como el sol decidió
marcharse a dormir para dar paso hasta lluvia, gotas que acarician el alma y
que hacen que un instante incoloro se transforme en una tarde de color...
Mientras la
luna nos mira de reojo desde la ventana, tus manos y las mías se buscan bajo
las sabanas, unas manos enamoradas que tienen muchas cosas que dar y que
recibir…Mientras la lluvia aumenta su intensidad transformándose en una gran
tormenta, donde los relámpagos y los truenos comparten el mismo escenario,
nuestras alas unidas intentan volar en este presente tan intenso, intentando
olvidarse del mañana…Sentimos como el cielo cae sobre nuestros cuerpos desnudos
y nos acaricia el alma, mientras la ciudad está ahí, inmóvil empapada por esas
gotas que desprenden los ángeles del cielo al llorar...Nuestros cuerpos se
abandonan al paso del tiempo, marcado por ese reloj que está ahí, en nuestros
corazones…nos transportamos en sueños a esos lugares donde no existen los minutos, ni los segundos, ni las horas porque no existe el tiempo…Tan solo
existimos nosotros.
Siento como el
olor a pétalos de rosa se desprende por los poros de mí piel, como mi cuerpo
llora de emoción y de cariño…Me doy la vuelta y desapareces como por arte de magia,
tan solo me queda esa luna que impregna mi piel de ternura, mientras ahí detrás
en mí ventana el cielo gris sigue
llorando..
Madre mía este texto me ha encantado y a la vez me ha emocionado mucho, la lluvia y la poesía se parecen mucho, son como dos gotas de agua. Besos!.
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