Las sonrisas, resultan ser esas luces que sin querer o tal vez queriendo iluminan esos rincones
oscuros que forman parte de nosotros mismos…Creo que son esa fuerza que nos
impulsa, nos sustenta y nos eleva a lo más alto, ese calor que nos envuelve,
nos atrapa y nos arropa entre sus muecas…Nos abraza y nos protege de esas
emociones deprimentes, con las que en
ocasiones, la vida nos sorprende. Las sonrisas son el alma del mundo, ese
sol que nos atrae y nos conecta con la
belleza de la vida…Un bello regalo o tal vez un mágico don que dibuja una curva
en el corazón.
Creo que para entender la vida y el mundo tan solo es
necesario y suficiente, saber amar, proporcionar esa caricia sincera sin
esperar nada a cambio…Sonreír sin mirar a quien…Regalar al olvido todas esas
emociones cargadas de negatividad y
odio, que sin querer vamos acumulando en nosotros mismos y que el día menos pensado, salen al exterior
transformadas en esa rabia, una rabia que nos impide contemplar esa felicidad que nos rodea…
Vamos a dejar a un lado todo eso, porque creo que para ser
feliz hay que subirse al carrusel de las sonrisas, muecas que sin querer
alimentan nuestras almas y hacen que toquemos con los dedos la algarabía de
estar vivos...
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