Existen
esa especie de segundos que inundados por las nostalgias de un pasado, muy
presente tienen la capacidad de revivir entre esos espacios sin sonido, esas melodías bellas, que se enredan sin querer entre esos dulces segundos repletos de
emociones…Lagrimas que roban sin ser conscientes esa paz, y se convierten así, en esos ladrones de instantes que no tendrían que acabar jamás, soplos que no merecen tener fin…
Hay
minutos que se enmudecen ante la
presencia de esos sentimientos, y que piden a gritos ser abrazados…Emociones
que permanecen costurados en esas pestañas azabaches, y en esos ojos claros que
hablan por sí solos, sin decir nada…Silencios envueltos por este aire frío y por la paz de esta insonora ciudad.. Por
un instante, ella deseaba que esos
segundos se quedaran ahí, inmóviles, que no dijeran absolutamente nada..
Que
se quedaran ahí en silencio, porque quería seguir aquí, endulzándose con esos suspiros que sin querer
dejaron estos momentos tiernos, instantes que hacen que la luz de sus ojos se
agranden, dibujando esa sonrisa que la
invita a reírme de su propia melancolía, esos recuerdos que sin querer le guiñan el ojo
y le sonríen…Porque
aunque ella, estés ahí encarcelada
en esta melancolía,
las sonrisas tienen cabida, tienen un espacio y un lugar….
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