La monotonía
embriaga nuestros días, bueno, sus días. Ella siente de cerca como en estas
noches vacías, la luna la mira y bosteza con ella, al mismo compas de las melodías
que sin querer desprenden ese piano antiguo. Ella se bebe junto a esa luna llena, esa copa de vino blanco,
repleta de complicidades. La cama donde está sentada hace algún tiempo se ha
convertido en su propio mundo y sin querer o tal vez queriendo le roba un poco
de aire a ese viento que se cuela por los entresijo de su ventana…
Aire que la atrapa
en ese momento de quietud, un instante en el que la música de ese piano, se va
convirtiendo en su gran compañera de viaje…Melodías que sin querer, llegan a
ella para saciar esa sed de sentir, es
entonces cuando ; Siente como este desierto sin flores le resulta ser algo asfixiante,
y como esa cama vacía se llena de pensamientos…Fantasías que aparecen y
desaparecen , en sus propios sueños, y que le dan la oportunidad de ir
desdibujando lentamente esa tristeza. Ella mira a ese techo vacío y sonríe…Sonríe
sin saber muy bien él porque, retira esas sábanas blancas que cubren su tímido
cuerpo y es entonces cuando su propia
desnudez desprende una carcajada porque recuerda esas manos tan tuyas que le acarician
el alma…Sus manos bailan como mariposas intentando acariciar su sombra, es entonces
cuando un deseo apasionado respira a través de sus ojos negros, suspiros que envuelven esa
adición tan suya…Sensaciones de su propio cuerpo que se abandonan a los sin
sabores de la locura, vacían esa
esquizofrenia que nadie entiende, excepto ella misma…
Ella vuela, siente, sonríe
y contempla, con cariño esas mariposas que sin querer han dejado esos labios de
este sueño inmensamente
dormido…Ella tan solo sueña….
Vive de sueños vacíos y agoniza
con esas fantasías robadas , fruto de su
propio desequilibrio, que forman parte de ella misma…..
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