Lagrimas que duermen en esta cama vacía en esta noche
sin luna y sin alma. En esta noche en las que tu recuerdo nace y muere en un
segundo, ella seguía ahí sentada esperando que el regresara, pero la realidad
era muy distinta…Ella lo buscaba en los esquinas de la vida y en la montaña
rusa de sus sentimientos, emociones que fluían como si de un rio se tratara,
emociones que durante años habían estado
ahí; encarceladas en la mazmorra de sus propios suspiros…
Ahora, que ella, era
consciente de que el ya no estaba, que
se había marchado, y que sin querer la había abandonado sin darle explicación alguna, porque había
decidido volar hacía las nubes, para instalarse en la más bella de las estrellas. Ella acariciaba sin querer y por
casualidad con sus propios dedos la
cruda realidad que le tocaba vivir…Los gritos de esta cama vacía, le contaban
entre sus propios sueños que la soledad era su compañera, en esas noches en las
que echar de menos estaba permitido, echar en falta….
Añorar a si sin más, recordar
a alguien al que has querido y que por esas cosas de la monotonía nunca le has dicho un te quiero…Un te quiero a
secas, sin sonido y sin palabras, tan solo con caricias…
Mimos que se mezclan y
que hacen que la vida tenga un poco de sentido, caricias que se acunan en el
alma y que son las que sin querer, te invitan a seguir dando pasos a pesar de
ese sufrimiento que en ocasiones nos
acompaña…
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