sábado, 13 de septiembre de 2014

Locuras....

                         Cada amanecer  ella despertaba y sentía que su cuerpo rebosaba  de palabras, palabras vacías, era como si en el trascurso de la noche alguien hubiese ido llenándola poco a poco con susurros, sueños esculpidos letra a letra en su alma que yacía ahí; dormida… Lejos de sentirse extraña, cada vez que abría los ojos sonreía, adoraba el  amanecer, porque la luz de un nuevo día la invitaba a ser feliz…Palabras que se hacían reales en el preciso instante en que los primeros rayos de sol y los últimos de luna entraban por la ventana. Ese segundo, es  en el que sentía entre sus brazos a la persona que amaba, aquella a la que se había abrazado antes de caer rendida a los pies del  mundo de los sueños.
Sentía como esas palabras  dulces, se le escapaban de sus labios rojos  y junto a ellas, se deslizaban unas perlas azules  que recorrían su rostro. Sentía como esos vocablos sin sentido, querían abandonar su piel, y echar a si a volar con su propio suspiro…Palabras que atrapaba una a una con la delicadez de sus manos, intentando que ninguna quedara olvidada, y pudiera echar a  volar como si de una paloma mensajera se tratara. Para ella todas esas palabras que aquella noche le habían dejado, tatuadas en el alma eran importantes…         Palabras desordenadas que cada despertar, ella sin saber muy bien porque, se dedicaba a darles sentido por su piel desnuda….Bajo las caricias de la dulzura,  las esparcía   suavemente por su cuerpo, y las mecían así; los suspiros de sus sueños..                                                                                           Cada amanecer ella  construía, caricia a caricia, esas pequeñas y maravillosas locuras que quería compartir con el mundo…


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