jueves, 4 de septiembre de 2014

Besos y caricias...

                Estos besos, estas caricias y estos abrazos que  mis zapatillas van  abandonando  a su paso, y junto al compás del aire, van acariciando esta realidad tangible, inconexa... Viento que susurra y acompaña a esta lluvia de suspiros vacíos, aguacero  del que nacen esas carencias infantiles que sin querer dormían plácidamente entre los recuerdos añiles y entre las sonrisas de un pasado muy presente…

                
            Caricias desconocidas pero que con sonido, van surcando tú  propio camino, para que escuches sus propias delicias y recojas, lentamente estas flores en bandada, con tu mente enamorada. Sobrevolando así,  sin alas este jardín, un edén  sin sueños. Es entonces cuando; mi propia alma susurrante de suspiros adormilados, te regalan sin motivo esos besos, que vuelan en ese pañuelo blanco y que sin saber muy bien porque llegan hasta tu mirad. Empapando sutilmente y  como si  de lluvia se tratara, esa alma enamorada…Un alma que vive por 
ese suspiro extraviado con el paso de los años, y que ríe buscando 
ese aire que ella sin querer respira…


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