Quédate aquí sentado a mi lado, acompáñame…deja tu mirada perdida en tus pensamientos y dale el permiso necesario a tus manos para que sin querer acaricien las mías...
Regalame este silencio, tan dulce y a la vez tan nítido porque existen momentos en los que las palabras sobran y son entonces las miradas las autenticas protagonistas del silencio más sepulcral...
En ocasiones creemos que ya es tarde, tarde para todo; que ya no existe el principio de las cosas, que los corazones deben ahogar esos latidos y que las creencias mas ingenuas tienen que acaparar la tristeza del alma..Es entonces un parloteo, monólogista que con su eco intenta dar respuesta poco a poco a todo y al mismo tiempo a nada...Con tan solo un movimiento frágil de tus manos, se irán partiendo en dos esas despedidas,recordare al mirar mis manos la presencia adormecida de las tuyas.
l destino…