Ella que está ahí sentada, en su habitación a oscuras,
tan solo siente como tropieza con su propio vacío y se cae en su propio abismo.
Siente como esos recuerdos agolpados en los armarios de su casa, abandonan esos
rincones oscuros y salen a su encuentro, la hacen mirarse en esos espejos que
la rodean. Espejos locos, espejos
lindos, espejos amargos y espejos dulces…
Su casa está repleta de espejos en los
que sin querer ella se mira; observa como sus ojos azules han perdido ese brillo,
y como sus parpados están agotados, por el paso de los años… Contempla a
contraluz su pelo rubio, que ahora es blanco, observa como sus manos son
frágiles como sus propias emociones, detrás de
sus manos venosas se puede ver
como el reflejo de un pasado no muy lejano le acaricia la piel arrugada…Es esa
herencia que si saber por qué ; le han dejado sus antepasados….Son sus propias raíces,
raíces que contemplan con cierto cariño sus pensamientos , ideas tejidas bajo
la tristeza de esa soledad que embadurna de amargura esa alma tan disneica…Son
esos finos hilos que se unen unos con otros, en ese espejo en el que ella tan ciegamente se contempla,
el espejo de la vida….De su vida…Entre penumbras la ha sorprendido la noche,
una noche oscura y fría, donde no late corazón alguno…Ahí esta ella, andando
perdida por los pasillos de su inmensa casa, sin rumbo…Unas galerías donde en
ese espacio todo se repite, todo es conocido para esa mujer que yace ahí ;
dormida …
Mientras el sol entra por su ventana y la luna se camufla bajo su
propio manto. Repleto de fantasmas, son esas sombras, que la impiden subirse al carrusel de su
propia vida…Es ella la que está ahí; sentada, camuflada e inmóvil con sus
propios pensamientos, ideas que la atrapan y la aturden…La ocultan así ; del
mundo…
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