A veces ella, siente como la oscura madrugada, la sorprende…Como la noche
se transforma en pura niebla, vacía y
repleta de tinieblas adormiladas por esos silencios. Ausencias pobladas de palabras sin dueño…Vocablos con textura de
gritos que sin querer, acuden a su encuentro, y resuenan lentamente en su
mente…Revolotean como si fueran palomas, que se agolpan en ese mar vacío, donde
nadan sus propios pensamientos atrapándola por completo…Taladrando así, su propia sien, sin darle permiso al sueño para
la acune entre sus brazos, como si de una niña se tratara…Pensamientos
agridulces, que inconscientemente, le atrapan el alma y la encarcelan entre sus propias
emociones…Sentimientos callados, pero que en silencio son capaces de
pronunciarse, sentimientos escritos en esos sueños que ella en un pasado había
vivido…Emociones que alguien, le ha
dejado escritas en su corazón huérfano, sin ella quererlo. Tal vez se trate
de esos amores soñados. …Amores
adormilados y apaciguados con el paso inconexo del tiempo…Ella sentía como la
melancolía le cubría el alma con un gran
vacío, llenándola de ausencias, añoranzas que se columpiaban al son de esas
canciones y que tenían la capacidad de robarle el sueño…Ella, sentada ahí, con
ella misma. Tan solo arropada por su propia soledad, era consciente como ella se
bebía a sorbos sus palabras vacías y
como existía una dimensión en la que tan solo, se puede sentir…Sentir esas
emociones, cada vez que recorría el universo de esa mano desconocida, o cada vez que tendía su propio cuerpo en esa arena blanca.
Junto
al sonido pausado de ese mar tan soñado, unas olas color esmeralda que suenan
en sus propios oídos…Trayendo así, a su mente, esas melodías de sirenas
enamoradas. Mientras ese sol caluroso la arropaba, provocándola para que se
fundiera en un beso , con su propio pasado…Perdiendo así, sus propios miedos, en esos mares de
emociones sonrientes…
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