miércoles, 27 de noviembre de 2013

Sin destino...

La vida se desvanece, en realidad todo estuvo perdido desde que tu mirada se cruzó con la mía. Fue entonces cuando sentí, que ya estaba todo perdido, disipado por el simple hecho de tener esos ojos puestos en mí, siempre….Ahora que ya te has alejado de mí, siento que nada es lo mismo, todo ha cambiado desde que tus ojos ya no me miran. Me gustaría poder  parar el tiempo por un instante, detener el reloj en aquel momento en el que  nuestras miradas se cruzaron por primera vez, todo era perfecto… El tiempo cambió, mi corazón se aceleró y tus ojos se iluminaron, pero te fuiste en aquel último autobús que salió de la parada. Un autobús sin retorno, sin principio y sin final…Tan solo puede mí mente recordar como  tu mano toco el cristal y fue  entonces cuando mi alma se encogió sobre sí misma y  mi corazón se partió en miles de trozos. Mi alma se quedó allí conmigo, contemplando tu partida, una despedida  sin palabras y sin despedidas….Solo se como te hecho de menos….

2 comentarios:

  1. Me ha cautivado mucho tu relato, creo que refleja de forma fiel el instante de esa partida no deseada de algún ser querido que se ha marchado para no retornar; sea de la forma que sea, cuando se van y te tocan el cristal de tus emociones el corazón queda marchito y el alma queda a oscuras. Sólo el sol de una primavera nueva la hace renacer y la hace vibrar como si toda nostalgia quedara en manos de un nuevo destino. Un abrazo y besos!! , jz.

    ResponderEliminar