Hay días en los que un frío
intenso inunda mi cuerpo y envuelve mi corazón de auténtica nostalgia,
amaneceres en los que me despierto entre las sabanas del olvido y en
los que soy incapaz de distinguir la claridad del tiempo, porque siento como mis ojos se enredan
en una tela gris oscura, impidiéndome ver más allá…En estos días grises donde la
frialdad de las horas me persiguen, siento como los susurros del viento me
acarician el alma, una alma que yace ahí dormida entre las melancolías del
invierno…
Las noches oscuras y frías
me invitan a soñar lo ensoñado , sueño con un lugar donde el frío del alma no
tiene espacio, donde los rayos del sol inundan mis pupilas cada amanecer, donde
me despierto y a mi lado esta esa
sonrisa que sin querer me trasmite esa paz que está ahí adormilada…Siento como
unos ojos claros brillan en la oscuridad
y en los que se reflejan los míos, ese silencio
que sin palabras es capaz de apaciguar los latidos acelerados de este corazón, un corazón vacío….Cuando
recobro la consciencia del aquí y el ahora soy consciente de que todo esto ha
sido un sueño, ya que sigo sintiendo este frío gris oscuro que recorre sin
querer cada rincón de mi cuerpo y de mi alma…Intentando hacerse dueño de
mi corazón, con el simple objetivo de
convertirse en ese inseparable compañero de viaje…
EL MI AMIGA ES MUY GUAPA!!!
ResponderEliminarNo es casualidad que el frío gris te envuelva y quiera permanecer contigo, si hasta los rayos del sol te adoran y enaltecen tu alma de dulce atardecer. Gracias por tus letras siempre, son flores de encanto y magia. Besos, JZ.
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