Emociones que me embriagan el alma,
luces y sombras que me envuelven, me
acarician… Me extasían la piel y el corazón. Susurros que sin querer
desprenden estas emociones tan auténticas,
emociones que recorren mis venas y tienen la capacidad de acariciar las arterias de mi misma… Me transportan a ese lugar donde los suspiros de la paz son
una realidad y donde la alegría de los instantes forma parte de lo tangible…
Emociones sin dueño que revolotean en mi alma
y me arrullan suavemente provocando legítimas sensaciones, es entonces donde la
ilusión le gana la partida a la desesperación y hace que la vida tenga un sabor
muy especial. Sabores de dulces amores que forman parte de este pasado sin
dueño, un pretérito remoto en el que mi vida carecía de sentido…
Luces de colores me iluminan en el teatro de
la vida y me acompañan en los momentos más intensos, en los momentos más duros
y más macabros que sin querer, el presente te pone en frente para crecer y para
aprender a volar, planeando sobre los problemas…
Luces que te permiten reconocer que el sol
sale cada amanecer para cualquiera de nosotros, tan solo hay que saber observarlo,
creer en uno mismo y aprender que para
estar en esta vida la paciencia es necesaria…Y el cariño por hacer las cosas
tiene que ser nuestro fiel compañero de viaje.. Nuestro lema para seguir andando sin
poner frenos…
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