lunes, 9 de diciembre de 2013

Dulce niña...

        Dulce niña, mi dulce niña, esa de sonrisa fácil y de mirada inocente, esa de cara alegre que por donde pasa es capaz de dibujar sonrisas, esa que sin querer  es querida por la gente porque desprende autentica dulzura.
           El tiempo dormido del destiempo, lo guarda entre los guantes de sus manos, esconde en ellos un mundo de sueños. Donde todo gira alrededor de una palabra; Jugar. Su  propia imaginación es tan solo un escenario, en el que invita a esos personajes tan inverosímiles a que  pinten un montón de historias, es capaz de inventar su mundo. Con los susurros de sus propios sueños y convertir aquello que imagina en algo tangible, en algo real.


      Entre la sombra de su vestido rosa, vuela el mundo de nunca jamás, un mundo lleno de ternura, de inocencia y de juegos.. En este mundo, es posible jugar con las estrellas, atrapar los rayos de sol y arrastrar a la luna como si fuera una cometa al infinito del corazón.

Hoy, que ya han pasado algunos años de esa niña que vivía envuelta de  inocencia y  de  ingenuidad, guardo en ese cofre  de los recuerdos; ese beso en la mejilla…Recordando entre bambalinas esa niña que yace en mí aun dormida…

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