En este silencio,
sin dueño, cobijo el dolor que nace en mi alma y se hace inmensamente intenso e inmenso y es entonces cuando el
silencio que busco me envuelve, me acaricia y hace que me olvide del mundo, un mundo en el
que yo sin querer, me enredo para poder volar…Volar alto para alcanzar esas
promesas somnolientas que yacen aquí; en mi piel. Me subo
a la rueda del mundo para alcanzar sin saber muy bien porque, esas promesas y
esos sueños olvidados….Hay instantes en los que el dolor me azota por completo, vapuleando mi alma y es
cuando mi corazón llora, solo en silencio…
Así es,
por casualidad encuentro las respuestas a esta tristeza que me acaricia el
alma, tan solo la armonía y la paz de este sublime silencio, es capaz de
apaciguar cada lágrima desprendida, cada suspiro derramado de este corazón
latente.
En el silencio de las tinieblas o tal vez en
la belleza de una mañana soleada, yo tan
solo yo, me pierdo; pierdo el sentido de
mi vida y me desorientó por completo con la intención de encontrar las
respuestas a todas esas dudas que van conmigo y que me acarician el alma….
Creo que el silencio no tiene dueño pero sí un narrador, quien expone el arte de la reflexión de una manera ilícita y dolorosa a veces, pero no se puede prescindir de su capacidad de mostrarnos su fortaleza en cuánto a lo que nos muestra de nosotros mismo, de ante mano nos señala siempre que no estamos solos y que la luz que puedas apreciar en su silueta será la que reflejes en el plano real, aquí y ahora. No dejes que las sombras se adueñen de tu silencio y sí el amor silencioso del claro azul de tus ojos bellos. Besos y abrazo grande!.
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