A veces creemos que no
hay las suficientes palabras para expresar lo que sentimos, ni las suficientes
emociones para plasmar entre los dedos esos abrazos que a veces están dormidos
en nuestras almas.
Almas encadenadas al
pasado, almas sedientas de amores, almas sin esperanzas que sin querer se
acurrucan entre los abrazos de esos fantasmas que creíamos tener encerrados en
cajas y bajo llave…Pero la realidad es otra, cuando la pena nos retumba en los oídos,
las palabras nos saben amargas y el presente no tiene sentido, esos espectros
dejan de estar plácidamente dormidos,
dando rienda suelta a los pensamientos mas aterradores que nos podemos
imaginar, pensamientos repletos de inseguridades y ensombrecidos por la pura
negatividad, que un día creímos haber dejado en ese desván de los recuerdos….Un
altillo donde no creíamos que la neura y sus milongas pudieran alcanzar…..
Sin duda somos más que nuestra neura, pero también menos que ella durante el estado de vivir, si pudiéramos controlarlo todo seríamos Dioses de carne y hueso, pero la naturaleza no lo permite, en cambio lo permisivo es todo lo que podemos expresar en las fases de la felicidad y la tristeza; sin lugar a dudas aquí suceden las oportunidades para convertirnos en los Dios del amor...el sueño perdido. ///Lindas reflexiones las tuyas hee!!, saludos. (Javier Z)
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