martes, 29 de enero de 2013

Pensamientos en un autobús....


                                      Que extraña es esta época y esta vida. Que extraño se me hace viajar en el autobús sumida en mi mundo y observar que el resto de personas también vive en el suyo. Sin embargo, tiene tonos distintos, y me pregunto que tipo de mundo será ese que deja como rastro un brillo de ojos tristes y una sonrisa invertida y perdida.

 Las hojas se caen creando una lluvia diferente, un mar que tapa el suelo, que suavizan los pasos...y siempre se empeñan en inhibirlo, como si fuera algo que no debería estar ahí. Nos empeñamos en controlarlo todo… Huele a castañas y en el cielo cuelgan bombillas apagadas en espera de un renacimiento. Un papel esencial pero efímero. Como si necesitáramos algo que diera luz y supliera nuestra carencia de brillo. 
              Parece que no sabemos iluminarnos  por nosotros mismos. Esperamos sin querer esperar, que la luz nos embriague el alma y nos presente la  magia de la felicidad, en forma de una taza de café recién hecho. Camino entre el frío y veo mas caras amargadas que ilusionadas por la vida, van sumergidas y ocultas en sus abrigos, me imagino que ocultando así, sus pensamientos detrás de esas bufanda descoloridas, aun que no se porque no dejan que los demás las vean. 
                                    Cuando me bajo del autobús y llego a mi destino, me pregunto si esto es un efímero pensamiento, o si yo también me he convertido en uno de ellos. Se que es sólo miedo, y se que sigo siendo lo que era. Pero me asusta la idea de una vida repleta de silencios, de una vida sin voz, de gente caminado sin tener nada que decir,  de una sumisión a una elección que no necesita nada más que la autorización de uno mismo.


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