Esta oscuridad que embriaga la noche, una noche donde el insomnio y la soledad, se confunden por completo…Cubriendo toda mi alma, todo mi cuerpo y todo mi ser de dudas, confusiones que adquieren mayor valor a medida que me adentro en la noche, en esas profundidades donde existen adormiladas las tinieblas…Bajo este manto de dulces estrellas, de luces y sombras. Aparece como un duende en la noche esa fe, esas creencias que andaban allí perdidas bajo mi mirada oscura…Aparece la capacidad de creer en mi misma y en mis capacidades para tomar decisiones, para avanzar y seguir avanzando con un paso firme en el camino de esta vida, una vida repleta de socavones, de llanuras. De días tormentosos para el alma o de días soleados para el espíritu.. Lagrimas que resultan ser fruto del enojo conmigo misma, esta irritación por anhelar mi propio corazón, en estas noches donde las sombras son sin mas mi autenticas compañeras de viaje.
Sombras emborrachadas por el elixir de esta esperanza que me mantiene viva con los años y que mantiene oculto en los susurros del tiempo un conjunto de emociones, entre ellas esas emociones toxicas; como la desconfianza, la pena, la tristeza, la condena, el desconsuelo mas absurdo…Emociones que se entrelazan, con el objetivo de que me pierda por los callejones del olvido, por las calles donde tan solo existe mi peor enemigo; el miedo…Va siendo el momento en enterrar ese miedo, esas dudas que me anclan en este puerto, que me amarran al desconsuelo, así sin mas…Porque dicen las voces del presente que soy yo la ocupante de mi alma y la dueña de mi destino….
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