Retorno oscuro de las calles, calles llenas de espejos, donde se reflejan las almas de los transeúntes, donde se observan de cerca esos sentimientos ocultos que tienen las ciudades cuando duermen. Apareciendo como por arte de magia esas sombras oscuras del miedo que al compás del tiempo ocultan la luz, una luz blanca que en ocasiones resulta difícil de ver , porque anda oculta bajo la tristeza y la amargura del amanecer….
Es entonces bajo la llanura de las penas, cuando inauguro la plaza del silencio, un lugar donde acudo cuando la vida me atormenta. En busca de esa paz perdida, con el fin de mantener el equilibrio como la mejor trapecista, en los vaivenes de la vida.
Es entonces bajo la llanura de las penas, cuando inauguro la plaza del silencio, un lugar donde acudo cuando la vida me atormenta. En busca de esa paz perdida, con el fin de mantener el equilibrio como la mejor trapecista, en los vaivenes de la vida.
Recurro así, a esos libros escogidos con delicadeza para vestir estas horas de aurora dormidas en las que me acarician suavemente los relámpagos de esos pensamientos impuros, ideas angustiadas por la ausencia de Morfeo.
Visualizo lentamente esas silabas adormecidas que avanzan sin tregua por mi mente y por los vértices de esos segundos eternos, vocales que resurgen de los poros helados de este libro sin nombre. Consonantes soñadoras de palabras bellas que aceptan sin excusa alguna los códigos antiguos de mi mente, una mente que anda escondida tras esa ventana empapada de lagrimas….
las lagrimas de esa ventana te ayudaran a recobrar el color en tu vida cuando entren los rayos de sol por ella e iluminen tu alcoba con un bello arco iris, olvidate de la oscuridad, porque con voluntad y con un millón de bellos recuerdos no tan lejanos, tu vida volvera a brillar con luz y color!
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