Palabras oscuras, vocablos que sin querer se cuelan por los rincones del
alma, me abruman, me impactan….Riachuelos de lagrimas recorren mi alma cada vez,
que veo esa foto; tu foto. Esa imagen en la que compartimos carcajadas y risas,
representando con el pincel como la vida es así de bella…Pero ahora que ya no estás,
ahora que sin saber porque has decidido marcharte, todo a mi alrededor se
transforma…
Nada absolutamente nada, tiene sentido ninguno, sin ti…Siento como
la soledad se enreda en los rincones del alma, y como transita sin permiso, por las callejuelas de este corazón roto. Siento
como el frío de la angustia me atrapa, me roba la serenidad y se lleva la calma.
Veo como todo el horizonte donde duermen los sueños, se transforma, se vuelve
grisáceo...
Y siento como este cielo
azul y este mar, se confunden entre sí; con el vacío, ese vacío que siente mi alma. Un
alma acunada por esas espinas, espinas vestidas de alfileres negros, que sin querer dejan a la intemperie
mi piel blanca. Una piel tatuada de flores marchitas, que busca caricias y
besos soñados, y que pide a gritos esos suspiros teñidos de zalamerías. Arrumacos
con los que te despedías cada noche. Arrumacos, de un pasado no muy lejano, con los que jugábamos a apaciguar las olas de este desierto tan
temido…. De ese vacío que está ahí, que viene y que va….
Llamado soledad…