La luna llena,
se cuela por las rendijas de su ventana, para
acompañarla e inundar su corazón vagabundo, de sensaciones inverosímiles
y de emociones locas…
Bañando así su habitación
vacía por ese pequeño riachuelo, de felicidad, que sin querer desborda ese
sentimiento desequilibrado de soledad…Una palabra, o tal vez un vocablo tan ocioso, que está ahí dibujado
en las paredes de su habitación…
Esa luna lucera, que la acuna durante las noches vacías, con su
color de plata, riega de vida esa oscuridad.
Ella siente como su luz son esas palabras, que la mecen
dulcemente el alma, y la llenan de armonía en esta sociedad tan ciega….Tan muda
y tan sorda de amor….Es entonces, cuando ella, apoya su cabeza rubia en ese
pecho imaginario, buscando ese latir…Imaginando escuchar esa mezcla de palpitar de un corazón dormido;
tranquilo, que late despacio y que sujeta su mano, sin que ella se lo pida…
Cuando
las tinieblas la acompañan, y cuando el
fantasma del miedo, surge así sin más….
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