Regreso, lentamente y en silencio de esas gélidas oscuridades, de ese vacío tan
mío donde se gestan los sueños más dulces y donde se rumian las neurosis más
tercas…
Donde las rosas amarillas, se enzarzan con las espinas de este corazón gris y cansado, donde solo existen esos
pensamientos y esos sentimientos que nadan a la deriva.
Y sin querer se confunden con marismas ciegas e
incautas….débiles que no
encuentran esa orilla para encontrar salvamento alguno….
Regreso al mundo, con
el corazón dormido, atesorado por ese cristal de cuarzo rosa, repleto de luces
y sombras… que sin querer intentan guiar un destino diferente…Un sendero en el
que las espinas se han transformado en pétalos blancos, hojas doradas
que
acarician mis pies descalzos ,siento como un laberinto de emociones me abre la puerta hacia una nueva vida…Hacia ese
viaje llamado felicidad.