Surcan por mi memoria, como si de barcos se trataran, esos recuerdos…Recuerdos que se
zarandean con el viento y que se acunan con esas olas de este mar salado, un
mar que me abraza y acaricia la piel, dejándome instaurado ese olor tan tuyo y
tan mío a la vez…Recuerdos que se
columpian entre las manecillas del tiempo, nostalgias suaves, que sin querer tejieron fantasías y temores en mi memoria…
Siento
como este sol, tan intenso, dibuja con sus rayos en mi piel esas líneas rectas
o tal vez curvas que sin tu saberlo dejaste tatuadas en mi piel. Son esos lunares
que sin querer me recuerdan que tu y yo fuimos algo más que amigos…Y que ahora
tan solo somos unos desconocidos, embaucados en nuestros propios pensamientos
,ideas cubiertas bajo el manto de estos amaneceres celestes, que sin querer se
diluyen con esas acuarelas. Con esos
colores del cielo que pincelan lentamente nuestros vuelos, un vuelo que me
aturde y me roba la calma….
Siento de cerca como esos atardeceres de pasión dormida se mezclaban con
este aire y con esta calor que se aposentaba hasta hacía poco tiempo en
nuestros corazones…Hasta que un amanecer no muy lejano, este corazón tan mío o
tal vez tan nuestro, se cayó en este mar agitada y sin querer se sumergió entre
las olas de un vacío dormido. Un corazón que apenas ahora respira, fue entonces cuando, se derritió
lentamente, como si de un helado se tratara…Aquellas noches, huérfanas de corazones,
y en las que tan solo existían esas
melodías que entonaban esos grillos bajo la luz de esta luna menguante, grillos
que me susurran al oído unos versos y que me cuentan que esto tan solo, esto, es un sueño…Y que soy
la esencia de mis propios recuerdos, nostalgias eternizadas por el paso
inexorable del tiempo…
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