domingo, 29 de marzo de 2015

Pasado.....

En la oscuridad de este mar de emociones, donde se acunan estas sensaciones y donde sin querer descansan esos pensamientos tan locos, respiro….Me siento entre los misterios de esta  luna llena, acaricio  lentamente con las alas del alma las estrellas efímeras que, aparecen y desaparecen como si nada…
    Me refugio entre las almohadas  de las canciones de un pasado ya olvidado, pero que sin saber por qué; regresa a mí. En forma de incomprensibles sinfonías, melodías que se enredan entre los suspiros de esta respiración entre cortada y esta afonía sin palabras….
Desconsuelo, desenfrenado que se aloja en esta habitación, mi habitación….Un lugar donde el frío me hiela, donde la tristeza me aturde y donde el vació ocupa el mayor espació de mi misma….
    Susurros ocultos detrás de estas ventanas, que salen a un mundo, donde el sol brilla y donde existe eso, que las personas suelen llamar;  alegría…Un mundo tangible, real y conexo…
No como el mío…

                  Intento aflorar de este agujero, escapar de esta soledad que sin saber porque, siento tan de cerca, pero hay algo que me lo impide….Percibo como las cadenas de un pasado, siguen ahí, atrapándome…Aprisionando mi alma, un alma ensombrecida por un pretérito inconexo, excéntrico y loco….Un mar, en el que bailan emociones pasadas, con sabor a presente, emociones que siguen teniendo ese sabor añejo….

jueves, 26 de marzo de 2015

TE EXTRAÑO....


Entre la oscuridad de este silencio, tan sincero y tan amargo,  te extraño, el sentir tu ausencia entre mis manos es inevitable…Te extraño, como no he extrañado nunca a nadie, con un desespero abrumador y con un desconsuelo tan intenso….Desconsuelo, que ningún agrazo puedo sanarme este corazón roto, que dejaste aquella madrugada del mes de noviembre…
            Cuando decidiste volar muy alto, atrapar una estrella y sentarte en ella, para descansar y no bajar jamás de ella….Esa noche deje de ser yo…Algo de mí, se fue contigo…Parte de mi sonrisa se marchó y un poquito de mi alma también se colaron en tus  alas…
Ahora entre las bambalinas de los sueños y acompañada por la soledad de la noche, cierro los ojos y  te siento cerca, muy cerca….Siento  como mi mano recorre tu rostro, el contorno de tus ojos, la línea de tus labios y me pierdo en mi respiración alterada por la sensación de saber que aun estas aquí… A mi lado...Dejo, por un instante y aun lado de mi cama, a la tristeza y siento como entre mis labios se dibuja una sonrisa…La antesala de la esperanza a que algún día, regreses a mí….
          Hoy es un día, de aquellos en los que, estas aquí, en mi mente, a pesar  del paso inexorable del tiempo…
A pesar

                     cuánto tiempo pase, y lo  lejos que estés de mi ... pienso en ti y aun suspiro, aun me emociono …
Aun mi corazón llora….

martes, 24 de marzo de 2015

ELLA....

                         Fuera hace frío, el termómetro que hay junto al cartel de la puerta marca que están a tres grados. Mirando por la ventana sólo puede verse un manto de paraguas de colores moviéndose por todas partes, imposible distinguir a quienes van debajo. Son las seis de la tarde de un día gris de enero, y ahí fuera no llueve, diluvia.
En un día como este no tiene descanso. Todo el mundo busca donde refugiarse de la lluvia y este lugar es ideal para eso. El ruido envuelve el ambiente: grifos que se abren y se cierran, vasos que chocan, cucharillas que caen al suelo, demasiadas voces intentando hacerse escuchar por encima de las demás... Le duele la cabeza, se para, respira profundamente, le llama el trabajo, se estresa. Sólo quiere que acabe el día, marcharse y descansar. La monotonía le abruma, horas y horas de trabajo, paseando entre las mesas y soportando las quejas de unos clientes nunca satisfechos.
 Se escucha el sonido de la campanilla que hay sobre la puerta al abrirse y entra una ráfaga de aire que momentáneamente hiela a todos en el local. Lleva todo el día intentando ignorar el tintineo, pero esta vez, de forma automática, su vista se desvía a un punto concreto del bar. Todo lo demás pasa a un segundo plano. Pero en cuanto se detiene a mirarla entrar sabe que algo va mal. Su sonrisa, esa eterna sonrisa que cada día le hace olvidar la pesadez del trabajo no está, ha desaparecido, no queda rastro de ella.


                   Ella. Sí, no hay otra forma de llamarla, para él lo es todo: simple y llanamente “Ella”. Lo supo desde el momento en que la vio, desde aquella tarde en la que ella cruzó esa puerta y se sentó junto a la ventana, sacó un libro de su bolso y se puso a leer durante horas evadiéndose del mundo que la rodeaba. La mira, siempre con discreción, pero ella ni se da cuenta. Normalmente se acerca a preguntarle qué va a tomar, aunque ya lo sabe, pero le sirve de excusa para hablar con ella, para escuchar su voz. Hoy simplemente la observa con tristeza, buscando algún rastro de su sonrisa, el brillo que hay en sus ojos, pero está como ausente. Espera un par de segundos, esperando que saque su libro y empiece a leer, sin embargo, ella se sienta con la mirada perdida en un mundo que nadie más puede ver.
                    Hoy nada le salía bien. Normalmente logra mantener sus emociones bajo llave, encerradas en alguna parte de su alma lo suficientemente fuerte como para retenerlas. Pero siempre todo tiene un límite y ella está cansada. Cansada de todo, de que el mundo la trate mal, de soñar despierta y de que ninguno de esos sueños se cumpla. Cansada de esperar escuchar palabras que nadie le dice, de esperar tropezarse con alguien que la quiera, o que simplemente la conozca y la comprenda. Siente frío, pero no tiene nada que ver con la temperatura de fuera, sino con el gran vacío que hay en su interior.
Levanta la vista, lleva cinco minutos aquí sentada y empieza a pensar que se ha vuelto invisible hasta para el camarero, su camarero. Él, una de las pocas razones que tiene para romper su camino del trabajo a casa, de casa al trabajo. Si supiera que viene todos los días sólo para verle… pero no lo sabe.

Nadie lo sabe…..

miércoles, 18 de marzo de 2015

Sentir....

              
                Busco entre los cerrojos de las puertas del olvido, esos besos y esas caricias olvidadas, extraviadas por los años o tal vez; por ese pasado tenebroso que, sin querer sigue aquí… Andando conmigo, acurrucándome en esas horas vacías, agarrado a mi alma. E impidiendo que mi corazón suelte definitivamente este encadenamiento que le impide volar. Que me paraliza, me hechiza el  alma de eso que llaman; miedo.….Caer, dejarse llevar, por ese oleaje, tan fluido…Ese fluir de emociones que carecen de raciocinio, donde solo se cuelan estremecimientos y sensaciones, vestidos de ti…

                   Cierro los ojos y te busco entre la dulzura de mis sueños, entre las nubes ocultas de esos cuentos de hadas, que de niña me contaban…Te acaricio la piel lentamente y te abrazo, es entonces cuando desapareces….Siento de cerca, ese desespero de tenerte y no tenerte, de quererte y no quererte….
Esa ambivalencia tan absurda que me regala la vida, cada vez; que te veo…y cada vez que desaparece; cuando me abrazo a  ti, susurro tu nombre en sueños y me alimento de tu propio aliento….Siento como el latir de tu corazón marca mi propio sendero, a veces tan loco y otras tan cuerdo, latidos que me acompañan y me guían en el fluir del ahora…